martes, 4 de mayo de 2010

CORRIENTES: Areas de Importancia para la Conservacion de las Aves


IMPORTANCIA ORNITOLÓGICA

La avifauna de la provincia ha sido bien estudiada, con un elenco que supera las 400 especies. Los estudios de W. Partridge y L. Short, en las décadas de 1960 y 1970, dejaron impresiones más o menos completas de las avifaunas de algunas localidades que permiten evidenciar los cambios sufridos por la avifauna durante las últimas décadas. Durante las década de 1980 y 1990, Julio Contreras realizó numerosos aportes al conocimiento de la distribución de las aves del nordeste del país, pero especialmente es en Corrientes donde se acumuló la mejor información como resultado de un alto número de campañas. Recientemente han surgido interesantes aportes al conocimiento de las aves de los esteros del Iberá de la mano de Alejandro Giraudo y un grupo de colaboradores.
Se identificaron 16 AICAs en Corrientes que albergan a 20 especies globalmente amenazadas y tres endémicas. La superficie cubierta por las AICAs es del 11% y no cubre adecuadamente todos los ecosistemas representados en la provincia.
Una de las regiones que presenta varias AICAs relacionadas es la de los Esteros del Iberá, aunque Inicialmente se había considerado una sola unidad o AICA de gran tamaño. Sin embargo, debido a la heterogeneidad de usos y la propiedad de la tierra, se decidió sectorizar e identificar sitios más precisos sobre los cuales se disponía de información básica sobre las poblaciones de aves de interés para la conservación. Eso no implica desconocer el valor de los esteros del Iberá como sistema natural, tal como se destaca en su definición como ecorregión y como reserva natural, donde incluso ciertas aves amenazadas se distribuyen ampliamente en áreas que no identificamos como AICAs. Tal es el caso del yetapá de collar (Alectrurus risora) o los capuchinos amenazados del género Sporophila que afortunadamente son bastante abundantes en la región donde se encuentra el hábitat adecuado para su reproducción o descanso invernal. Los esteros del Iberá son importantes para la avifauna acuática, aunque hoy en día se carecen de estimaciones acerca de los números de individuos o la importancia relativa de estas concentraciones con respecto a las poblaciones regionales de muchas especies.
Los «Campos y Malezales» poseen un ensamble de aves amenazadas de pastizal, tipicamente pampeano, con ñandú (Rhea americana), tordo amarillo (Xanthopsar flavus), capuchinos (Sporophila spp.), pero con presencia de algunos elementos que son más abundantes en el norte como el yetapá de collar, el tachurí coludo (Culicivora caudacuta) y la cachirla dorada (Anthus nattereri). Fueron identificadas varias áreas en esta ecorregión. La cuenca del río Aguapey, prentó un desafío similar al de los esteros del Iberá, debido a la presencia de muchos sitios importantes pero relacionados ambientalmente. Debido a la configuración del paisaje en la cuenca del río Aguapey, con menor heterogeneidad de usos de la tierra y menor cantidad de propiedades, se decidió considerar un AICA grande que permita centrar la atención de los conservacionistas en la cuenca que se encuentra en peligro.
Los bosques de Espinal correntino aún contienen poblaciones importantes del cardenal amarillo (Gubernatrix cristata) e incluso en el Iberá se encuentran algunos sitios con abundancia de la especie. El águila coronada (Harpyhaliaetus coronatus) ha sido registrada, pero no es tan frecuente hoy en día en la región.
En Corrientes se encuentra también delimitada el «área de endemismos de aves» de los pastizales de Corrientes y Entre Ríos. Los capuchinos del género Sporophila son abundantes aún en ciertos sectores del Iberá y del Aguapey, especialmente asociados a los manchones de Paspalum spp. de las zonas húmedas.




CONSERVACIÓN

En Corrientes se encuentra el Parque Nacional Mburucuyá que protege una muestra de los esteros de Santa Lucía, ubicados al norte de esteros del Iberá. A nivel provincial se destaca la Reserva Natural del Iberá que ha sido delimitada considerando todo este gran ecosistema.
Pese a la cantidad de áreas que han sido identificadas, pocas AICAs se encuentran efectivamente protegidas. No existen áreas protegidas en el Espinal donde aún hay bosques interesantes en grandes propiedades privadas. En el caso de los esteros del Iberá, las áreas identificadas afortunadamente coinciden con propiedades cuyos dueños manifiestan un interés real en la conservación de la biodiversidad. Este es el caso de Conservation Land Trust que planea la protección de una importante superficie. Hay que crear oportunidades para que el resto de los propietarios sientan un interés en la conservación de sus campos alentando los emprendimientos productivos que no afectan a la biodiversidad.
Otra vez, el caso de la cuenca del Aguapey es similar al sistema del Iberá en cuanto a la importancia de la conservación de paisaje por medio de la participación de los propietarios. Pero en este caso es más difícil y el desafío es mucho mayor ya que por el momento no existe ninguna figura legal que proteja a las 20 especies de aves globalmente amenazadas que allí poseen sus poblaciones. Además se cierne sobre el Aguapey la amenaza del avance de la actividad forestal, que ha tomado un enorme auge en el departamento Santo Tomé durante los últimos tiempos. El impacto sobre la biodiversidad que ha generado la industria forestal es similar al acontecido con la sustitución de ambientes naturales por cultivos de soja en las Pampas, Espinal o en el Chaco. Parte del impacto es atribuible a la aplicación de la ley 25.080 de promoción de las forestaciones. Pese a que esta ley contempla la realización de estudios de impacto ambiental y la consideración de la presencia de poblaciones de animales y plantas amenazados, se evidencia la falta total de estos estudios simplemente solapando las imágenes satelitales del crecimiento de las forestaciones con los reportes de los ornitólogos de hace algunos años. En pocos años más de crecimiento sostenido de esta actividad la totalidad de la ecorregión de los Campos y Malezales quedará sustituida por plantaciones. A este escenario, se debe agregar la falta de reservas naturales que protejan muestras representativas los «Campos y Malezales». Como en otras áreas de gran desarrollo reciente, aquí será necesario planificar el uso de la tierra pronto, antes que desaparezcan más poblaciones de especies amenazadas.

Adrián S. Di Giacomo (1)

1. Di Giacomo A. S. 2007. Conservación de aves en Corrientes. En Di Giacomo, A. S., M. V. De Francesco y E. G. Coconier (editores). 2007. Áreas importantes para la conservación de las aves en Argentina. Sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad: 141-144. Temas de Naturaleza y Conservación 5. CD-ROM. Edición Revisada y Corregida. Aves Argentinas/Asociación Ornitológica del Plata, Buenos Aires.

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